Muchas veces pensamos las cosas demasiado y resulta que cuando dejas de pensarlo, y cuando menos te lo esperas surge la oportunidad que estabas esperando. Y así ocurrió con biosorik. Tras muchos años madurando la idea y acumulando experiencia en el sector, un día surgió la oportunidad. Teníamos los conocimientos y teníamos la ilusión, y el día menos esperado, apareció el local apropiado y nos lanzamos.